segunda-feira, 16 de julho de 2007

Beso


¡Qué sola estabas por dentro!

Cuando me asomé a tus labios
un rojo túnel de sangre,
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.

Cuando penetró mi beso,
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.

Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.

¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!


Manuel Altolaguirre

1 comentário:

Anónimo disse...

DEPOIS DO BEIJO

"Adormeceste?
"Não", dizes.
...
"Podia fechar os meus olhos
E morrer aqui", dizes.

MIKI ROFU